¿Se puede conducir cualquier coche sin estar en el seguro?
¿Puedo conducir un coche sin estar en el seguro? Es una de las preguntas más habituales entre los conductores. Al fin y al cabo, utilizar el coche de un conocido o familiar de manera esporádica es algo bastante común. Sin embargo, esto da lugar, no solo a conducir sin estar en la póliza, sino en ocasiones, a conducir un vehículo no asegurado, lo que puede derivar en sanciones económicas. Para poder contestar a esta pregunta, repasamos los principales aspectos para tener en cuenta.
¿Puedo conducir cualquier coche sin estar en el seguro?
Aunque todas las pólizas tienen sus propios matices, por regla general cualquier persona que conduzca de forma puntual un vehículo queda protegida por el seguro de coche. Eso sí, el perfil del conductor debe ser similar al del tomador del seguro. De esta forma, no podrá ser multado a menos que cometa alguna infracción de tráfico.
La situación es diferente si el conductor tiene menos de 25 años —o 28 años, según la compañía aseguradora— y la antigüedad de su carnet de conducir es inferior a los 2 años. En caso de siniestro, la aseguradora podría negarse a correr con los gastos de los daños. De modo que conviene incluir a los conductores noveles si pretenden conducir el vehículo, aunque sea de forma ocasional.
Por lo tanto, podemos concluir que conducir un coche sin estar en el seguro es posible, siempre y cuando el perfil del conductor coincida con el del tomador y beneficiario de la póliza.
Consecuencias de conducir un coche sin asegurar
En cambio, circular sin seguro es un delito y una decisión arriesgada para el propietario del vehículo. El conductor del coche no solo se expone a una posible multa, sino también a la responsabilidad de cubrir los gastos de un siniestro del que sea culpable. Pero si, además, hay heridos graves o víctimas mortales, podría enfrentarse a pena de cárcel.
Sanción económica
Uno de los principales peligros de conducir sin seguro es la multa, que puede variar desde los 601 euros hasta los 3005 euros en función del tipo de vehículo. Según la DGT, la sanción económica para los coches se sitúa en 1500 euros.
De modo que, si bien se puede conducir un coche sin estar en el seguro, no conviene hacerlo si el vehículo no está protegido por una póliza.
Responsabilidad del siniestro
De darse un accidente en el que el responsable sea el conductor cuyo vehículo está sin asegurar, este deberá hacerse cargo de todos los gastos asociados al siniestro. Incluso si el conductor no es culpable del accidente, inmediatamente se convertirá en el responsable. De un modo u otro, deberá cubrir económicamente los daños. Porque si bien estos correrán a cuenta del Consorcio de Compensación del Seguro en un primer momento, la entidad reclamará el pago al responsable del siniestro después.
Además, un accidente también puede derivar en un proceso judicial del que la persona culpable deberá hacerse cargo.
Inmovilización del vehículo
Conducir sin seguro no solo puede acarrear una sanción económica, sino que también puede dar lugar a la inmovilización del coche. De hecho, los agentes de la autoridad no son los únicos que pueden proceder a la detención del vehículo, pues la DGT cuenta con radares para detectar a los vehículos que circulan sin seguro.
Dificultad para contratar un nuevo seguro
Por último, debes saber que las compañías de seguros pueden negarse a asegurar a aquellos conductores con un historial de siniestralidad, especialmente si el vehículo no estaba protegido por una póliza y otros conductores se vieron implicados. En otros casos, y debido al riesgo que debe asumir, la aseguradora puede exigir una prima más elevada de lo normal para conceder el seguro. Contratar un seguro de coche no solo implica estar protegido ante una avería o siniestro, sino contar con cobertura ante cualquier indemnización y con el asesoramiento necesario en posibles procesos judiciales. Por tanto, aunque la respuesta a la pregunta Puedo conducir un coche sin estar en el seguro es afirmativa, es preferible conocer y estar en la póliza y evitar posibles sanciones económicas.