El informe “Las principales cifras de la siniestralidad vial 2024” del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, elaborado por la DGT con datos consolidados hasta 30 días, revela que en 2024 se registraron 1.785 víctimas mortales en un total de 101.996 siniestros de tráfico en España.

Aunque el número de víctimas mortales disminuyó ligeramente un 1% respecto a 2023, la tendencia general no deja mucho lugar al optimismo. En comparación con 2019, la línea de base de la Estrategia de Seguridad Vial 2030, el número de personas fallecidas aumentó un 2%.

Además, la morbilidad se incrementó significativamente, registrándose 9.561 personas heridas hospitalizadas, lo que supone un aumento del 3% respecto a 2023 y un preocupante incremento del 11% en comparación con 2019.

A pesar de que España mantiene una tasa de 37 personas fallecidas por millón de habitantes, situándose por debajo de la media de la Unión Europea (44), el avance no es suficiente para asegurar la meta comunitaria.

El triángulo…, distracciones, alcohol y velocidad

La distracción se consolidó en 2024 como el factor concurrente con mayor presencia en la siniestralidad vial. Este factor estuvo presente en un total de 13.164 casos, lo que representa el 18% del total de siniestros viales. Su papel es aún más crítico en los accidentes con consecuencias fatales, ya que la distracción fue el factor más relevante en los siniestros mortales, registrando 406 casos, que constituyen el 30% del total de estos sucesos (estas cifras se basan en la muestra de siniestros, excluyendo a Cataluña y País Vasco).

Junto a la distracción, otros dos factores principales influyen significativamente en la gravedad de los siniestros. El consumo de alcohol se registró en 3.609 siniestros viales (12% del total de siniestros viales considerados), y estuvo implicado en 273 siniestros mortales, lo que supone el 28% del total de los siniestros con víctimas fatales. Complementariamente, el 29% (218) de las personas conductoras fallecidas sometidas a prueba de alcoholemia resultaron positivas. Por su parte, la velocidad inadecuada se presentó en 5.067 siniestros viales (7% del total), pero su letalidad es alta, ya que alcanzó el 22% de los siniestros mortales, sumando 307 casos. Estos datos confirman que la distracción, el alcohol y la velocidad son los factores de riesgo determinantes en la mayoría de los accidentes más trágicos registrados en 2024.

La falta de Seguridad Pasiva traducida a cifras es preocupante

El uso adecuado de los sistemas de seguridad sigue siendo un indicador crucial en la siniestralidad vial, especialmente en lo que respecta al cinturón de seguridad y el casco. En 2024, se registró que el 38% de las personas fallecidas en turismos y furgonetas en vías urbanas no hacía uso del cinturón de seguridad. Esta cifra representa un aumento de 4 puntos porcentuales en comparación con 2023. En las vías interurbanas, la falta de uso del cinturón de seguridad entre los fallecidos en turismos y furgonetas fue del 26%, lo que también supuso un incremento de 2 puntos porcentuales respecto a 2023.

En cuanto al casco, el no uso entre los usuarios fallecidos de motocicleta fue significativamente mayor en el entorno urbano, donde el 11% de los usuarios de motocicleta fallecidos no lo utilizaba, mientras que en las vías interurbanas esta cifra fue del 3%. De manera similar, en ciclomotores, el 19% de los fallecidos en vías urbanas no utilizaba casco. Adicionalmente, en las vías interurbanas, 5 de las 15 personas fallecidas menores de 12 años que viajaban en turismos y furgonetas no utilizaban el sistema de seguridad (cinturón o sistema de retención infantil).

La siniestralidad urbana: peatones, ciclistas y…

El análisis de la siniestralidad de 2024 subraya una dualidad en la gravedad de los siniestros según el entorno: las vías urbanas concentran la mayoría de los siniestros viales, mientras que las interurbanas registran la mayor gravedad.

En 2024, las vías urbanas concentraron el 65% de los siniestros viales, y el 28% de las personas fallecidas (494 víctimas). Aunque las muertes en zonas urbanas disminuyeron un 5% respecto a 2019 y 2023, el número de personas heridas hospitalizadas en vías urbanas ascendió a 5.025, un aumento del 17% comparado con 2019.

La siniestralidad urbana está intrínsecamente ligada a los usuarios vulnerables, que en 2024 acumularon el 51% del total de víctimas mortales. La distribución de la mortalidad de los usuarios vulnerables cambia drásticamente en la ciudad, donde los peatones concentraron el mayor porcentaje de fallecidos (53% de las víctimas vulnerables urbanas), seguidos de los motoristas (36%).

En 2024, los peatones registraron 320 víctimas mortales, lo que constituyó el 18% del total de personas fallecidas. La gran mayoría de los siniestros viales que involucraron a peatones, específicamente el 94%, tuvieron lugar en las vías urbanas. Dentro de las vías urbanas, los atropellos a peatón fueron la tipología de siniestro que ocasionó el mayor número de fallecidos (41%), sumando un total de 204 personas. A pesar de esta concentración de fatalidades en entornos urbanos, el número total de peatones fallecidos experimentó una disminución del 16% respecto a 2019, y el número de fallecidos en vías urbanas disminuyó en 40 personas respecto a ese mismo año.

En cuanto a los usuarios de bicicletas, 90 personas fallecieron en 2024 mientras utilizaban este medio de transporte. Esta cifra de víctimas mortales en bicicleta se incrementó en 10 personas respecto a 2019, lo que representa un aumento del 13%. A diferencia de otros usuarios vulnerables en el ámbito urbano, la mayoría de los ciclistas fallecidos se registraron en vías interurbanas, concentrando el 71% de las víctimas. De hecho, el número de ciclistas fallecidos en vías interurbanas fue 16 personas superior a lo registrado en 2019, mientras que en vías urbanas se registraron 6 personas menos.

… y Vehículos de Movilidad Personal

Pero si en ciudad hay un vehículo preocupante es el patinete, destacando  en las estadísticas la irrupción de víctimas en Vehículos de Movilidad Personal (VMP), alcanzando las 478 víctimas totales (suma de personas fallecidas y heridas hospitalizadas) en 2024. Se registraron 19 personas fallecidas como usuarias de VMP. Esta cifra representa casi el doble de los 10 fallecidos registrados en 2023, es decir, un aumento del 90% en el número de víctimas mortales. La gran mayoría de los siniestros con víctimas en VMP, un 97%, se produjeron en vías urbanas, donde se concentraron 15 de las personas fallecidas y 435 de las personas heridas hospitalizadas.

Motoristas, letalidad interurbana y aumento de siniestros en ciudad

En 2024, se registraron 441 personas fallecidas usuarias de motocicletas (excluyendo ciclomotores), lo que representa el 25% del total de víctimas mortales. Comparando con la línea de base de la Estrategia de Seguridad Vial de 2019, la cifra de fallecidos en motocicleta aumentó un 6%, aunque comparado con 2003 se redujo un 3%.

Los fallecimientos de motoristas (motocicletas y ciclomotores) representaron el 53% del total de víctimas vulnerables en 2024. A pesar de que la mayoría de los siniestros con víctimas en motocicletas se producen en vías urbanas (73%), la letalidad se concentra en las vías interurbanas, donde se registraron el 73% de los motociclistas fallecidos. De hecho, los fallecidos en vías interurbanas aumentaron un 11% respecto a 2019. En cuanto a las lesiones graves, se contabilizaron 3.125 personas heridas hospitalizadas, un incremento significativo del 15% en comparación con 2019. Por último, destaca que el grupo de edad de 45 a 54 años registra la mayor cantidad de personas fallecidas en motocicleta (116 casos), siendo el único grupo donde las muertes en motocicleta superan a las registradas en turismos.

Por este camino… ¡No cumplimos el reto europeo!

El objetivo de la Unión Europea (UE) es reducir a la mitad el número de víctimas mortales y heridos graves para 2030, y aspirar a que esta cifra se aproxime a cero para 2050. Sin embargo, el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) ya advirtió en su último informe que el progreso actual es demasiado lento y que es poco probable que se alcancen estos ambiciosos objetivos sin esfuerzos adicionales de la UE y sus Estados miembros.

Para alcanzar la meta de 2030, se requeriría una tasa media anual de reducción del número de víctimas mortales del 4,6%. En contraste, la reducción media anual observada en los últimos cinco años ha sido tan solo del 2,5% en la Unión Europea.