Durante el periodo invernal, las condiciones meteorológicas adversas —como el frío intenso y las heladas— vuelven a influir en la siniestralidad en las carreteras españolas y hacen del mes de enero un mes crítico en términos de seguridad vial.

Entre los fenómenos más peligrosos está el hielo negro, una amenaza difícil de ver pero que puede convertir un trayecto rutinario en un accidente grave en cuestión de segundos.

¿Qué es el hielo negro y por qué es tan peligroso?

El hielo negro —también llamado hielo invisible— es una capa extremadamente fina de hielo que se forma sobre la calzada cuando la humedad o el agua líquida se congela. Su característica más peligrosa es que no se aprecia fácilmente a simple vista, porque no tiene el color blanco del hielo tradicional o la nieve: se mimetiza con el asfalto, dando la falsa impresión de estar sobre una superficie mojada o seca.

Este fenómeno suele producirse con:

  • Temperaturas cercanas o por debajo de 0 °C,
  • Noche y primeras horas de la mañana,
  • Alta humedad, llovizna, niebla o tras lluvias recientes.

El riesgo de accidente se dispara porque los neumáticos (también fríos) pierden adherencia y la distancia de frenado se alarga de forma drástica, reduciendo la capacidad de control del vehículo incluso cuando el conductor no realiza ninguna maniobra.

Zonas con mayor probabilidad de formación de hielo negro

El hielo negro no se distribuye uniformemente por las carreteras. Hay tramos que tienen más probabilidad de congelarse antes y donde los conductores deben extremar la precaución, como:

  • Puentes y pasos elevados, que se enfrían más rápido que el resto de la vía.
  • Sombras persistentes, como bosques o zonas montañosas donde el sol no incide directo.
  • Zonas cercanas a cursos de agua o áreas húmedas.
  • Tramos secundarios o rurales con menor tráfico, donde el asfalto se enfría más deprisa.

Accidentalidad en invierno: cifras que importan

Aunque la DGT no suele desglosar públicamente cuántos accidentes se deben específicamente al hielo, los datos globales de siniestralidad en enero y en periodos con condiciones invernales muestran la relevancia de conducir en condiciones adversas:

En enero de 2025 se registraron 83 víctimas mortales en accidentes de tráfico en España, a pesar de un aumento del número de desplazamientos respecto al año anterior, lo que pone de manifiesto que la conducción invernal sigue siendo un desafío para la seguridad vial, y por otra parte, en un periodo inmediatamente anterior, en la Operación Especial de Navidad y Reyes (20 de diciembre – 6 de enero), 51 personas perdieron la vida en siniestros en vías interurbanas, periodo en el que las heladas y el hielo suelen estar presentes por las bajas temperaturas.

Estos datos muestran que, aunque el invierno no es necesariamente la época de mayor mortalidad en cifras absolutas del año, las condiciones climatológicas adversas como el hielo contribuyen significativamente a la peligrosidad de las carreteras en enero y requieren especial atención por parte de conductores y autoridades.

Ante esta situación la DGT pone en marcha una seria de medidas para garantizar la fluidez y la seguridad vial, entre las que se encuentran:

  • Restricciones a la circulación de vehículos pesados.
  • Restricciones a la circulación a otros vehículos que no cuenten con neumáticos de invierno, todo tiempo o cadenas.
  • Limitación de la velocidad de circulación y prohibición de adelantamientos.
  • Cortes totales preventivos.
  • Seguimiento obligatorio de desvíos alternativos.

Además, también se ponen en funcionamiento desvíos automatizados y vigilados para el embolsamiento de camiones, para activarlos si fuera necesario.

¿Cómo detectar el hielo negro? Señales y comportamientos a observar

Detectar el hielo negro antes de perder el control del vehículo puede marcar la diferencia entre llegar seguro o sufrir un accidente. Estas son algunas señales de alerta:

1. Clima propicio

Si la temperatura está cerca o por debajo de 0 °C, especialmente por la noche y a primera hora de la mañana, aumenta la probabilidad de hielo negro.

2. Reflejos extraños en el asfalto

Aunque difícil de ver, el hielo negro puede reflejar la luz de los faros o el sol de manera distinta a una superficie seca.

3. Comportamiento del vehículo

Si notas que el volante se siente “suave”, que las ruedas giran sin tracción o el coche se desplaza lateralmente con facilidad, puedes estar entrando en una zona con hielo.

4. Entorno húmedo sin razón aparente

Si se observan partes de la carretera “mojadas” cuando no ha llovido recientemente, puede ser hielo negro.

La prevención es la mejor estrategia

Y empieza siembre empieza antes de subir al coche, para moverse en estas épocas es primordial informarse antes del estado de las carreteras.

La Dirección General de Tráfico informa en tiempo real a través de varios canales (boletines informativos en emisoras de radio, en redes sociales: X @DGTes y @informacionDGT; en su página web y en el teléfono 011) de las carreteras afectadas.

Además, esta información totalmente actualizada está accesible para los proveedores de información de tráfico (navegadores) en el punto de acceso nacional de información de tráfico.

Una vez que se va a realizar el desplazamiento, es importante verificar el estado de neumáticos y considerar utilizar en periodo invernal los neumáticos de invierno en zonas con heladas frecuentes.

En definitiva, el hielo negro representa uno de los fenómenos más traicioneros del invierno en las carreteras, precisamente porque es casi invisible hasta que ya está afectando a la conducción. Entender cómo se forma, dónde es más probable encontrarlo y cómo reaccionar es la mejor ayuda para prevenir accidentes y salvar vidas en enero y en toda la temporada fría.

Miscelánea:

Cómo reaccionar ante el hielo negro

La respuesta ante el hielo negro debe ser suave y consciente:

  • Reduce la velocidad progresivamente sin frenar de forma brusca.
  • Mantén el volante estable y evita giros bruscos.
  • Aumenta la distancia de seguridad con otros vehículos, ya que la distancia de frenado puede multiplicarse en superficies heladas.
  • No uses el control de crucero en condiciones de frío intenso.
  • Si el coche patina, levanta suavemente el pie del acelerador y no frenes con fuerza.