Desde hace algunas semanas el precio del diésel y de la gasolina se ha disparado, hasta llegar a máximos históricos, rozando los dos euros en el caso primero y llegando incluso a superar esta cifra en el caso del segundo, en las gasolineras.

Aunque el precio se ha “estabilizado”, desde que entrase en vigor la rebaja de los 20 céntimos de euro por litro de combustible decretada por el Gobierno al repostar, los precios siguen siendo muy altos, más aún si los comparamos con el precio del combustible durante el estado de alarma como consecuencia del Covid-19, que bajaron del euro por litro.

Ahora más que nunca es fundamental sacarle el máximo provecho al combustible, que se utiliza, sea el que sea. Máxime sabiendo que estos precios tan elevados, se esperan, según las previsiones, que se mantengan o incluso se incremente durante las próximas semanas o incluso meses.

Es por ello, que a continuación vamos a especificar los factores que influyen en el consumo, y si los tenemos en cuenta podremos lograr:

  • Ahorrar combustible.
  • Alargar la vida de diferentes elementos del vehículo.
  • Mejorar el confort de conducción y disminuir la tensión.
  • Aumentar la seguridad vial.
  • Reducir la contaminación.

 

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CONSUMO DE COMBUSTIBLE

Estilo de conducción

El elemento que más influye en el consumo de combustible es el estilo de conducción del vehículo. Durante la conducción debe observar a lo lejos para anticiparse a los acontecimientos, dejando de acelerar con suficiente antelación para aprovechar la inercia del vehículo. Aumentando la distancia de seguridad con el vehículo de delante, lo cual nos dará mas tiempo para reaccionar y en caso necesario, reducir la velocidad de una manera progresiva, primero levantando el acelerador y posteriormente y en caso necesario, pisando el freno.

Debe mantener una velocidad uniforme, evitando acelerones y frenazos innecesarios, responsables del incremento del consumo.

Se debe utilizar la relación de marchas (si el vehículo tiene cambio manual) más adecuada según la velocidad y la vía por la que se circule, teniendo en cuenta que las marchas largas, hablamos de 3ª, 4ª, 5ª y 6ª, son las que menos consumen en relación a las marchas cortas, 1ª y 2ª.

Debiendo planificar la ruta y escogiendo los caminos menos congestionados.

 

Mantenimiento del vehículo

No invertir o el mal mantenimiento del vehículo influyen en su consumo: estado del filtro de aire (si está sucio, no se ha sustituido o está en mal estado), mal funcionamiento del sistema de refrigeración,… se deben cambiar los filtros, aceites,…

Siempre siguiendo el mantenimiento que indique el fabricante del vehículo.

Destacar dentro de este mantenimiento, los neumáticos y en concreto su presión. Con los neumáticos con una presión por debajo de la recomendada por el fabricante el consumo de combustible oscila en torno al 3% más (en un depósito de 50 litros gastaríamos 1,5 litros más). Además de tener otros efectos negativos para la conducción como el aumento de la distancia de frenado, la disminución de la adherencia a la carretera o el aumento del riesgo de reventón.

 

 

 

Velocidad

Circular a gran velocidad es uno de los factores que más influye en el consumo. La relación entre velocidad y consumo es directa. Según la Dirección General de Tráfico, a 120 km/h aumenta el consumo un 30%  más respecto a una velocidad de 90 km/h.

Los acelerones disparan el consumo en contraposición con el mantenimiento de una velocidad constante.

 

Ventanillas y aire acondicionado

Circular con las ventanillas del vehículo bajadas durante la circulación, dificulta la aerodinámica, necesitando más combustible para mover el vehículo, en concreto en torno a un 5 % más. Hay que tener en cuenta que a más velocidad, mayor será la resistencia aerodinámica y por tanto más afectará al consumo.

Si en lugar de bajar las ventanillas, se utiliza el aire acondicionado o climatizador, tenga en cuenta que también influye en el consumo, siendo recomendable si se utiliza, que esté a una temperatura entre 20-23 ºC.

Es por ello, que lo más recomendable para ventilar el vehículo, es el uso de los dispositivos de aireación.

 

Carga y equipaje

La sobrecarga del vehículo ocasionada por el exceso de personas y de objetos, también tiene influencia en el consumo, aumentando éste al aumentar la carga. Pero no solo eso, también la mala distribución de esta carga, al ofrecer mayor resistencia al aire. Por ello, los bultos, equipaje u otras cargas adecuadas a las características del vehículo, deben colocarse en el maletero (preferentemente). Si fuera necesario en el interior del habitáculo como buena opción en términos de consumo, siendo la baca el último de los lugares recomendados para llevar objetos, al aumentar en mayor medida el consumo, al suponer más resistencia aerodinámica. Siendo incluso mejor opción a la baca, llevar esta carga y equipaje en un pequeño remolque.

En todo caso, esta carga debe estar bien repartida, en caso contrario provocará mayor inestabilidad y disminución de la adherencia.

 

 

Antigüedad del vehículo

La tecnología automovilística avanza hacia una mejor seguridad vial y hacia un mayor rendimiento con un menor consumo, al mejor la aerodinámica de los vehículos, los motores, los sistemas de inyección,… Tanto es así que podemos estar hablando de que un vehículo nuevo consume en torno a 1-1,5 litros menos a los 100 kilómetros, respecto a su igual que tenga más de diez años de antigüedad.

 

MISCELÁNEA

  • Se estima que un vehículo nuevo contamina en torno a un 95% menos que los fabricados hace 20 años.
  • Un conductor nervioso, brusco o descuidado puede consumir hasta un 50% más de combustible.
  • A 100 kilómetros por hora llevando la baca instalada, sin carga, se incrementa el consumo entre un 7–8 %.
  • Se encuentran grandes diferencias de consumo entre unos tipos de neumáticos y otros, en concreto en la clasificación de resistencia a la rodadura, puedo encontrar un ahorro del 7,5% de combustible, o lo que es lo mismo, hasta 3,75 litros más en cada depósito de 50 litros.